Ciudad Bolívar es un grupo de barrios situados al sur de Bogotá, que representa la parte más desfavorecida de la capital colombiana y esta compuesto por unos 315.000 habitantes, en acuerdo con las estadísticas de la Alcaldía de Bogotá de marzo de 2000. Realmente son más de 2’500.000 habitantes hasta el momento.

En este contexto y desde hace cerca de veinte años, la Dirección Nacional de Planificación y las diversas instituciones internacionales trabajan, entre otras, en esta zona con la misión de mejorar las condiciones de vida en estos barrios tan necesitados, proporcionando nuevas oportunidades para los habitantes.

Estos proyectos se desarrollan a menudo durante años y están divididos en tres fases diferentes :

-  En un primer momento, los expertos colombianos e internacionales, líderes del proyecto y habitantes de estos barrios, planean reforzar las instituciones gubernamentales locales, encargando a un equipo de técnicos especializados en formar localmente a un grupo técnico y administrativo para seguir la evolución de los proyectos. Durante estas fases, asesorados por diversas ONGs y por facultades universitarias de Colombia, se abren lugares comunitarios en los barrios de Ciudad Bolívar con el objeto de que cada vez más sean escuchadas las necesidades de los habitantes y sensibilizarlos a los diferentes proyectos.

-  Enseguida, los diferentes equipos comienzan a implementar y a organizar las primeras operaciones con la participación de los habitantes, tales como la creación de microempresas locales para el mejoramiento de la vida cotidiana. Mejorar los servicios de agua potable para todas las familias, organizar equipos de recuperación y tratamiento de los desechos domésticos, creación de complejos deportivos, culturales, recreativos, etc.

-  Finalmente, será necesario controlar y afinar los instrumentos para el buen funcionamiento del conjunto de mejoras socioeconómicas y culturales, y comunicar a otros barrios que lo requieran esta metodología de auto asistencia, gracias al equipo local formado durante el proyecto.

CIUDAD BOLÍVAR, JUNIO DE 1998

Durante nuestras visitas a Ciudad Bolívar vamos a comer al restaurante de moda de la zona, con los jóvenes organizadores del festival de música. El « Pollo asadero » es una especie de local de comida rápida estilo americano que parece ser el lugar frecuentado los sábados por la noche. Estos lugares coloridos se han multiplicado rápidamente y hay uno o varios en cada barrio.

En la parte baja de Ciudad Bolívar, a orillas de un riachuelo, hay una fábrica de cemento que pertenece a un ex presidente colombiano. De ambos lados, las gentes se han aglutinado en un urbanismo salvaje de emergencia desde hace veinte años. Cerca de dos millones y medio de personas habitan aquí de manera indisciplinada y desordenada. ¿Acaso de trata de víctimas de la violencia de los campos, o sólo es posible sentirse seguro en las ciudades ?

Podemos imaginar que estos barrios fueron construidos progresivamente alrededor de esa fábrica de cemento. Una vez se abandona una cantera, las parcelas se delimitan y los habitáculos aparecen tímidamente al principio y más tarde mejoran al tiempo que los ahorros.

Urbanismo :

Unos tres cuartos de las calles son de tierra, ya no resisten a las fuertes lluvias y son intransitables para los vehículos. A menudo se encuentran arroyos de alcantarillado.

Aquí, uno puede creer que está en la Edad Media europea. Todas las instituciones son construcciones muy ricas, bien diseñadas y a su alrededor residen los pobres en casuchas de ladrillo construidas sin ningún diseño ni pintura. Desde hace veinte años Ciudad Bolívar ha recibido enormes sumas provenientes de la comunidad internacional, pero por desgracia, un gran porcentaje de estos dineros aún no ha llegado hasta aquí. Por otra parte, nadie (ni técnicos, ni científicos) ha pasado suficiente tiempo en ella como para responder a las verdaderas necesidades de la zona. Todas estas ayudas, como siempre, han debido favorecer otros acuerdos internacionales políticos o económicos, mas que mejorar las condiciones de vida y el futuro de estas comunidades desplazadas.

El gobierno, el Ministerio de Educación y el Instituto de Bienestar Familiar deberían fijar su atención en este problema, en lugar de pretender priorizar la droga como el principal flagelo de este país.

En junio de 1997, España ofrece una clínica pediátrica totalmente equipada con un servicio de consulta ambulante para Ciudad Bolívar. Colsánitas Internacional se reúne con el equipo de gestión del proyecto Juan Bosco Obrero (J.B.O) y juntos deciden construir la clínica en sus predios. Además de la esperanza de instalar la energía eléctrica a través de la clínica, los practicantes del centro gozarán de prioridades diversas para la atención de sus hijos.

La clínica es inaugurada en noviembre del 97 y será la única construcción con energía eléctrica.

CIUDAD BOLÍVAR, NOVIEMBRE DE 1998

Me encuentro en Ciudad Bolívar por cuatro días. Retomo el trabajo de la serie de telones, retratos que realicé durante el mes de julio en los diferentes talleres del centro Juan Bosco Obrero. Seleccioné unas diez personas. Voy a visitarlos para conversar y las mayoría de las veces termino haciendo nuevos retratos. Esta vez, encuentro a la familia en la calle, ante su casa y hago algunos clics en el interior. Es el día de las brujas, por eso podemos salir hasta muy tarde – 10 de la noche -. Las calles están repletas. En las miradas veo siempre el miedo. Tengo la impresión de ser aceptado por la comunidad pero aún hoy, Manuel, el profesor de costura del centro Juan Bosco Obrero me acompaña para visitar a sus alumnos. En un momento dado, en una callecita, una niñita llora delante de su puerta con la llave en la cerradura, me pide que abra. Me dirijo a Manuel con la mirada, el me hace señas queriéndome decir “no” y dice a la niña : « pregunta a tus vecinos. Ellos te abrirán ». Después me explica que si alguien me ve abriendo la puerta en compañía de una niñita va a pensar que soy un ladrón. No supe que pensar en esa situación.¿Dónde están los límites de la violencia y el miedo ?

RETRATOS

-  Juvencio Tapiero A., tornero :

« Vivo desde hace veinte años en el barrio Tesorito como albañil. Antes era agricultor en las montañas a dos horas de Bogotá- Con la crisis económica de los 80 yo trabajaba uno o dos meses por año en la construcción. Bueno, estamos aquí desde el 82 y desde hace un año no tengo trabajo. Quise trabajar como ornamentador porque era necesario conseguir trabajo. Hay que saber hacer de todo cuando uno tiene una casa. Tengo seis hijos entre los 14 y los 26 años Sé que la educación es importante pero no tengo como pagar las clases en una escuela de la Nación. (70.000 pesos al año) »

-  Germán Guzmán, barrio Florida Alto, tornero :

« Vivo aquí desde hace 10 años. Antes estaba fuera de Bogotá y vine para estar cerca de la familia de mi esposa. Además eso es más económico. Después de 6 meses de tomar clases en el centro Juan Bosco Obrero, monté un taller (abierto un mes atrás) y ahora vivo de este trabajo. Mi esposa trabaja en el centro de Bogotá como vendedora. Tenemos cuatro hijos en la escuela. »

Jorge Hernando Barón, barrio Florida Alto, tornero, casado con Myriam quien se capacita como costurera :

“ En tu cuestionario anoté que todo iba bien aquí porque hay que ser optimista en la vida si no… Mi esposa y yo nacimos aquí : en esa época esto era campo. Ahora es muy diferente. Tenemos dos hijos, uno retrasado. Cuando trabajamos él se queda en la casa. Sentimos vergüenza de él. Yo conozco muchas familias donde estos niños están incluso amarrados en las casas. La única escuela especializada queda en el centro de Bogotá y el precio está fuera de nuestro alcance. En la casa, abrimos una tiendita y un tallercito de costura. Espero encontrar trabajo como tornero”

-  Farid Almanza, barrio el Tesoro, tornero :

Un hijo. Tres horas de transporte por día para ir a trabajar. Trabaja en el taller de ornamentación, toma cursos de perfeccionamiento correspondiente a su oficio en el centro Juan Bosco Obrero. « Hace un año que estamos aquí y compramos esta casa. Para nosotros es tan peligroso aquí como en otro lugar. Vivimos en familia uno junto al otro, nos ayudamos para cuidar a los niños y otras cosas. »

DOÑA JUANA, NOVIEMBRE DE 1998 (BOTADERO DE BOGOTÁ)

Este botadero está en los límites de Ciudad Bolívar. Ya se han transformado algunas montañas para su construcción y parece inmenso. Es el relleno sanitario más importante de Bogotá. Las capas de detritus mal ventiladas provocan la formación de gases que no pueden evacuarse. En 1997, tras una explosión, la zona fue infectada y los fermentos líquidos fueron a parar al río de la ciudad. Los habitantes más cercanos fueron sometidos a las emisiones tóxicas, algunos jóvenes murieron y los efectos secundarios son inconmensurables. El problema ha sido parcialmente resuelto… hasta la próxima vez, es decir pronto porque aún no hay ventilación suficiente.

Existen actualmente numerosos sitios similares donde se producen gases por la fermentación de las basuras los cuales son recuperadas y recicladas.

El 3 de noviembre, con Juvencio, visitamos el relleno de Doña Juana. Desde luego, los guardias nos impidieron entrar. Tomé nota de los nombres y direcciones de las personas que podrían dar su autorización.

En Ciudad Bolívar se presenta un problema similar con las aguas negras : las alcantarillas son total o parcialmente inexistentes. Desde hace poco, las nuevas urbanizaciones gozan del servicio de acueducto y alcantarillado pero todos los desechos desembocan a la salida de las urbanizaciones. Estos barrios surgieron en un valle y, a medida que uno desciende, las capas freáticas son saturadas con aguas negras y a menudo se producen deslizamientos de terrenos. Surgen del suelo verdaderos ríos de alcantarillas que invaden los barrios arrastrando de paso las viviendas más precarias. Inútil mencionar el olor que reina en estas zonas.

NOVIEMBRE de 1998 : me reuní con los responsables del Centro de Salud Infantil de la Estrella. Entre otros, con la socióloga C. B..

Presenté el proyecto de estudio que realizamos en Ciudad Bolívar y parecieron interesados. Desearían participar en él de una manera más oficial. Su contribución de datos sociales será presentada en el marco de los seminarios universitarios en Colombia y en el extranjero.

Presenté enseguida a los practicantes del centro Juan Bosco Obrero de Ciudad Bolívar una parte de las fotografías realizadas en las etapas precedentes.

En ocasiones, percibo una nutrida asistencia del equipo de gestión salesiana. Por otra parte, este mismo equipo es por ideología distante. No soy uno de los suyos y además me declaro abiertamente ateo.

En la gestión del proyecto del Centro Juan Bosco Obrero todo, hasta el menor detalle, es responsabilidad del padre Jaime García.

¿Hasta qué punto puede una persona soportar y administrar este tipo de proyectos sociales ? ¿No implica este sistema un poco de lentitud en su realización ?

TEORÍA DEL ACERCAMIENTO DEL FOTÓGRAFO

SEPTIEMBRE DE 1997 : primer contacto en Ciudad Bolívar. Descubrimiento del sitio, de la gente, del sistema social.

JUNIO DE 1998 : primera aproximación fotográfica. Retratos de los practicantes (con los telones) en su taller principal. Descripción de las viviendas y del urbanismo.

NOVIEMBRE DE 1998 : descripción del urbanismo y de las viviendas en los barrios vecinos mediante retratos de familias en casa de los practicantes retratados en la etapa precedente.

CENTRO SALESIANO :

3 DE NOVIEMBRE DE 1998 : reunión del equipo de gestión del Centro Juan Bosco Obrero Una decena de personas incluyendo sacerdotes y religiosas.

Hay en el equipo una significativa falta de comunicación entre los diferentes sectores. De otra parte, según los habitantes, el padre Jaime García tiene demasiado poder, la información está centralizada y es retenida por una sola persona, el director.

Este grupo « operativo », un grupo de veinte personas de la localidad, elegidas democráticamente, fue conformado hace un año. Hoy no son sino doce. Ellos han realizado una crítica del proyecto en diversos sectores y solicitan modificaciones. De otro lado, el director reprocha a éste grupo “operativo” el estar fuera de la realidad cotidiana del centro en el estado en que se encuentra. Ellos deberían informarse mejor. ¿Pero con quién ? ¡Con el director !

Podemos decir que la ideología salesiana es hermética ante el grupo « operativo » y el proyecto pertenece únicamente a los salesianos. Quizás porque éste proyecto, en razón de su lenta evolución, jamás les ha permitido estructurar un equipo con los habitantes de la localidad.

• Lo anterior implica una falta de comunicación entre la comunidad local y la comunidad salesiana.

• O simplemente, este proyecto representa hoy un buen porvenir para algunos que sabrán situarse en posiciones ventajosas y así sacar el mejor provecho para si mismos. ¡La garantía de empleo es tan rara y tentadora !

La administración del Centro Juan Bosco Obrero es hoy muy precaria : de un lado, la lentitud del « elefante blanco » que ha despertado una toma de conciencia local para manejar esta clase de centros de capacitación, y del otro, todo ese tiempo de formación perdido por una mala gestión.

CIUDAD BOLÍVAR, CENTRO JUAN BOSCO OBRERO, MARZO DE 1999

Me encuentro de nuevo en el sector por un período de diez días. Continuaré con la observación del centro Juan Bosco Obrero y de los nuevos barrios e iniciaré un censo de los niños con retardo de la zona, asistido por el centro de salud mental de Estrella y por la Socióloga D. T..

CENTRO JUAN BOSCO OBRERO :

el proyecto recibió nuevos fondos. Se inició, después de dos años de espera, la construcción del edificio para multimedia y debería culminar en Julio de 1999 (biblioteca, sala de profesores, guardería, sala de música y restaurante escolar). Desde ya hace un mes, el padre J. G., quien dio inicio a este centro, se fue con el fin de descansar y nadie conoce la fecha de su regreso. El nuevo dirigente, el padre A. P., considera que es muy fácil administrar el centro y parece experimentarlo así, muy a pesar de la opinión de los lugareños quienes sólo confían en J. G..

El centro Juan Bosco Obrero sigue siendo administrado en su totalidad por los Salesianos. Actualmente, se encuentran conectados a Internet y tienen página web. El 7 de Abril, asistí a la reunión mensual del Equipo Salesiano de Administración y del Equipo Laico local.

Los Salesianos presentaron el nuevo libreto de la reglamentación salesiana, que se decide en Roma cada seis años, y que es aplicada en todos sus centros en el mundo. El contenido principal de esta reglamentación manifiesta que todo Salesiano se compromete a ayudar, a educar y a apoyar en la capacitación profesional y cultural de los pobres y a crear unos buenos católicos salesianos. La consigna del día es : “Satanismo = Negativo. Salesiano = Positivo”. La energía eléctrica finalmente ha sido instalada, el taller de rodaje por fin va a empezar siempre y cuando el centro logre encontrar un profesor.

Igualmente, después de varios meses, la clínica de pediatría fue terminada. Ya han sido nombrados todos los empleados, desde el cirujano hasta el conductor de la ambulancia. Sin embargo, la clínica permanece cerrada al público puesto que éste no tiene recursos ni siquiera para pagar el costo de la inscripción. Esta clínica fue financiada por el Gobierno Español (Colsanitas internacional) y es administrada por el Gobierno colombiano. Podríamos decir que tan pronto como se agoten los recursos donados por España para su funcionamiento la clínica cerrará sus puertas sin nunca haber recibido pacientes, excepto el caso de los pacientes ficticios recibidos el día de su inauguración. ¿Por qué haber creado una clínica magnífica en una zona en donde la gente ni siquiera alcanza a tener el dinero para pagar la cuota de acceso ? ¿No será de nuevo la falta de un estudio social previo ? No obstante, las ambulancias van y vienen. Vacías. El personal nombrado recibe remuneración pero, de hecho, lo único que hace es acumular empleos.

Taller de ferrería :

Desde hace algunos meses dejó de funcionar. Los inscritos abandonaron paulatinamente el curso y el profesor fue retirado. Visité a algunos de estos alumnos y, en opinión de ellos, los cursos eran demasiado teóricos y de un nivel muy elevado en relación con las necesidades locales. Estos alumnos necesitan tan sólo adquirir la práctica del trabajo del hierro puesto que para ganar algún dinero en el mismo lugar hay que saber fabricar una puerta o una ventana, etc. La teoría debería ser tenida en cuenta pero solamente en una segunda etapa. Para quien así lo quiera. Probablemente para quien ya sabe leer y escribir, es decir, el 10% de los habitantes de la zona.

Taller de Informática :

Sigue siendo el único hasta la fecha que aporta dinero. Mensualmente deja 1 millón de pesos. La mitad de esta suma sirve para remunerar a los dos cooperantes franceses que dirigen el taller (1 millón de pesos equivalen a 3.000 francos).

Retratos

J. R., hijo de un pensionado de la policía, casado y con dos hijos. Su esposa tiene 6 meses de embarazo.

Juan nace y crece en Ciudad Bolívar, en la Estrella, en donde su familia ha vivido siempre. Después de terminar el colegio, trabaja como obrero en diferentes empresas y después sigue una capacitación de ocho meses. En 1993, se convierte en policía urbano en la zona de Ciudad Bolívar. Al margen de sus labores, escribe una tesis durante sus dos años de trabajo en el campo de la droga en Ciudad Bolívar : desde la distribución hasta el consumo. Sus escritos le valen un curso de seis meses en la universidad para estudiar las leyes, la justicia e inglés. A su regreso, es admitido en la SIJIN Tequendama (Servicio de Inteligencia e Investigación de la Policía, sector del sur de Bogotá) con el cargo de secretario y patrullero. Ocho meses después, es seleccionado para un curso de identificación de moneda falsa y posteriormente se convierte en el número dos de la brigada de inteligencia del sur de Bogotá cuya consigna principal es denunciar la corrupción.

Después de algunos meses de acción, se ve confrontado a un enorme caso de robo y de contrabando. Su jefe le pide que inicie la investigación. Ningún aparte de esta solicitud queda registrada o escrita.

Rápidamente, sube cada peldaño en la investigación hasta llegar a altos suboficiales de la Policía y del Gobierno. J. R. descubre el lugar en donde está almacenada la mercancía y detiene a algunos miembros de la banda. Las confesiones se desatan y aparecen los nombres de altos funcionarios. Se realiza el inventario del robo : falta el 40% de la mercancía. Antes de que el asunto sea conocido por la prensa, la novela policíaca comienza por J. R..

Los altos funcionarios, amenazados, voltean las acusaciones. Los testigos parecen haber sido comprados. Las declaraciones de los detenidos son modificadas y J. R. se ve acusado de robo y complicidad en hurto agravado. Nuestro policía ejemplar es privado de sus derechos civiles y puesto en prisión por seis años. Cuatro meses después es liberado por falta de pruebas. Como es sospechoso, no puede seguir ejerciendo. Para que su familia pueda vivir, se convierte en vigilante nocturno en la zona.

Ahora los corruptos de alto nivel han pulido su expediente. El proceso de J. R. se volvió a citar para el mes de Junio. En su opinión, lo condenarán a seis años mínimo.

Esta historia nos recuerda a las novelas de ficción o a casos reales acontecidos en el mundo. Organicé un careo entre J. R. y un eminente psiquiatra colombiano especialista en criminología. J. R. nos pareció honesto.

Lucy, cocinera del centro Juan Bosco Obrero, barrio Bayaflores Alto.

Nacida en Cundinamarca, hija de un granjero. Su hermana y su hermano se vinieron a vivir aquí hace diez años para huir de la violencia de la región. Compraron una propiedad y viven juntos a razón de una familia por habitación. Tiene dos hijos de un padre inexistente. Sus padres los visitan dos veces al año, en Semana Santa y en la Ascensión puesto que ellos no pueden salir de Ciudad Bolívar dado que trabajan todos los días. La casa es rudimentaria, de ladrillo y cemento sin más puerta que la de la entrada. Y las ventanas, cuando las hay, son fijas. Saqué la foto de Lucy con sus dos hijos y de toda la familia.

Vitaliano Pedraza, La Estrella, taller de mecánica en el Juan Bosco Obrero.

Nacido en los Llanos en 1964. Su padre es de Boyacá, su mamá de los Llanos. “Crecí aquí y dejé la escuela muy pronto. Después, trabajé en diferentes lugares como obrero y desde hace 12 años soy carnicero autodidacta. Con mi hermano tenemos una tienda en Lucero Alto y construimos nuestra propia casa en La Estrella, con una nueva carnicería y un garaje para el futuro taller de mecánica. Ya hace dos años que entreno a mi hermano en el oficio de carnicero y, por mi parte, comienzo un curso de capacitación de dos años en el Juan Bosco Obrero en el área de mecánica de flotas : tenemos que diversificar. En nuestra vida, nada es seguro. El profesor es un buen técnico, los estudiantes son de todos los niveles y de todas las edades. Pagamos $25.000 por mes. Es caro pero el servicio es bueno”.

“En este barrio, la vida de comerciante de carnes no da descanso. Vamos al matadero dos veces por semana en nuestro Renault 4 para abastecernos por tres días. Sin cuarto frío la carne no dura más. Aquí la gente consume poca carne excepto la carne más barata. En nuestros barrios la vida es más agradable. A veces, es peligrosa, sobretodo por causa de la droga ; claro que el alcohol también causa mucha violencia, especialmente los fines de semana. Aparte de esto, la vida en Ciudad Bolívar no es más peligrosa que en otros lugares. Pero cuando se ven las propagandas en televisión todo el mundo cree que aquí es peor que en otro sitio. Es falso”.

-  María Mateus, La Estrella, corte y confección.

Nació en Santander en 1966, vive aquí sola con sus tres hijos, desde hace 10 años. “Comencé el curso de dos años en Agosto de 1998. Trabajo de 6 de la mañana a 1 de la tarde en un club de billar en el centro de la ciudad. Mis niños se quedan en la casa y esperan mi regreso para poder salir a la calle, su campo de juego. Tengo clases en las tardes en el Juan Bosco Obrero, de 2 a 5. Los niños me acompañan y juegan en el parque del centro Juan Bosco Obrero. Los Salesianos nos ayudan mucho. Por fin puedo soñar con tener pronto mi propio taller de costura y la vida de nosotros cambiará. En este momento es difícil. El arriendo de mi pieza cuesta $60.000 mensuales. $25.000 para el curso. Nos queda un poco para comer”.

-  Javier, Lucero Alto, corte y confección.

Nació en Antioquia en 1969 ; hace dos años vive aquí con sus padres. Compraron la casa en 6 millones de pesos con las reformas (cuatro habitaciones, patio cubierto). Vivieron diez años en Medellín y vinieron a Ciudad Bolívar por razones económicas tan pronto como su padre fue pensionado. Javier es costurero. Participa en la elaboración de los primeros pedidos comerciales del Juan Bosco Obrero y en diversos talleres de costura de Bogotá. Es un trabajo por días.

“Soy divorciado. Cuando nos vinimos para acá, mi esposa, por mayor seguridad, prefirió quedarse en Medellín con mi hija. Veo a mi hija una vez al año, en Navidad. Para mí, estar aquí es tan arriesgado como en otro lugar. Desde hace dos años, tenemos muy buenas relaciones con el vecindario y jamás hemos sido molestados por nada. Sin embargo, a veces llego a la casa tarde en la noche, a pie. Es cierto que la junta de acción comunal del barrio es inexistente, a pesar de tener un presidente, un tesorero, etc… Lo único que hacen es aprovechar el dinero del sistema.

LA VIDA EN CIUDAD BOLÍVAR

Siendo optimistas en cuanto a su futura vida cultural o profesional, parece que la única oportunidad para los jóvenes de estos barrios es ser integrante de las instituciones religiosas implantadas en el ámbito local. Han comprendido bien el mensaje de Dios. Infortunadamente, ellos saben que la teología es tan deshonesta como el resto y que sólo representa a la mentira.

Otra mentira la constituye la propaganda que sobre la droga difunden todos los medios de comunicación pretendiendo que ella es la causa principal de la violencia de este país.

Basta con evaluar el nivel general de educación de estos barrios para darse cuenta que el 90% de la población no es capaz de cuestionar las afirmaciones de los dirigentes políticos y económicos.

Los millones de personas que habitan en estos barrios bajos necesitan creer en algo mientras viven de una manera miserable, sin ninguna ventaja social y en donde toca caminar así sea sobre el hermano para poder sobrevivir.

En Ciudad Bolívar, lo humano domina el día mientras que la noche la van ganando los perros en un alboroto que da ganas de quedarse encerrado en la casa, ante la única ventana que hace soñar a todo el mundo : la televisión. Con los ojos cerrados, el sinnúmero de ladridos indica que la noche llegó.

A veces, la gente le habla más a los perros que a los humanos. O bien, son considerados parecidos. La cantidad de individuos de las dos especies debe ser equivalente. Durante el día, hombres y perros se cruzan sin diferencia. En la noche, los perros son peligrosos.

¿Por qué la sociedad colombiana muestra su voluntarismo en la religión, sin importar el nivel social y la edad ?
-   por falta de educación
-   por falta de confianza en sus semejantes
-   a causa de la corrupción permanente
-   por necesidad de creer en un ser superior
-   por miedo a la muerte.

Es fácil entender que la gente sencilla, ante la riqueza de la religión (iglesias, escuelas universidades, centros de capacitación) no dudan en creer en Dios.

Muchos jóvenes pobres del Tercer Mundo sueñan con entrar al sacerdocio para poder pasar una vida tranquila y, desde el exterior, confesar a la sociedad corrupta.

Para toda esta gente es importante salir de su realidad aterradora. De su miseria. De su necesidad de creer en cualquier cosa. Es sobre ese punto que las religiones basan su adoctrinamiento.

Después de haber observado las viviendas, las calles, los escasos lugares públicos en donde reina con fatalismo la insalubridad forzada y violenta, es agradable ser autorizado a penetrar en las iglesias tranquilas, limpias, bien iluminadas, etc. …

Cada vez más, al frecuentar estos barrios, se comprende que estas ayudas financieras y humanas sólo logran ampliar el desequilibrio social y moral de sus habitantes.

Desde hace mucho tiempo, se gastan enormes sumas de dinero, y con frecuencia son malversadas, para mejorar o construir algunos elementos urbanos o sociales :
-   todos estos proyectos son realizados o administrados por empresas o instituciones exteriores a los barrios,
-   los habitantes no entienden la utilidad de estas realizaciones puntuales,
-   las sumas invertidas están lejos de corresponder a las realizaciones,
-   el único medio de levantar el nivel socio-económico de una zona sería con la creación de empleos. Los habitantes de la zona deberían llevar a cabo ellos mismo todas estas construcciones, asistidos por técnicos externos. De esta manera, habría creación de empleos, desarrollo personal y los habitantes podrían salir adelante.

Estudio sobre los niños con retardo

Iniciamos las visitas de las familias que tienen niños retardados en conjunto con D. T., asistente social para el desempleo.

El primer barrio estudiado es Tesorito. La Socióloga C. B., del Centro de Salud de la Estrella, participa en el estudio. Ella va a dirigir y a seguir la investigación de D. T. Con su experiencia en el trabajo de campo, también debería participar en la redacción de un informe sobre los problemas sociales de las instituciones que trabajan aquí.

Las visitas

Gracias a confidentes, conocemos actualmente numerosos casos. Pero sólo los más desfavorecidos aceptan recibirnos. Esta gente vive en condiciones espantosas.

CIUDAD BOLÍVAR, SEPTIEMBRE DE 1999

CENTRO JUAN BOSCO OBRERO

Es difícil permanecer insensible ante la voluntad de un puñado de personas que se hacen llamar “Padres” quienes, en pocos años han abierto a todos una sala de cine, campos deportivos, talleres de aprendizaje y muchos otros talleres culturales en estos barrios malditos.

Yo no llamaría fe a esta fuerza, sino voluntad humana. Allí veo el amor y la confianza en el otro y Dios no tiene nada que ver en este fenómeno. Hoy en día, este proyecto de centro de formación se parece a un sueño : el sueño de millones de personas que viven en estos barrios.

Cuando uno conoce un poco la sociedad de Ciudad Bolívar, este sueño sólo constituye una ilusión para la mayoría de sus habitantes. Piensan que tan pronto el proyecto termine, tan pronto como sea finalizado, se asemejará a todos esos castillos de diversas instituciones que solamente se pueden ver desde el exterior cuando uno regresa de esos ghetos.

Más tarde, será necesario ir tras ese movimiento ideológico, y seguirlo, para poder tener acceso al sitio.

El centro Juan Bosco Obrero ha cambiado mucho aunque los trabajos no han terminado aún en todos los terrenos. La sala de multimedia será inaugurada dentro de poco. Está compuesta de teatro, sala de cine, galería, biblioteca y salas de juegos. El edificio está construido bajo la misma línea arquitectónica de los talleres anteriores. También han comenzado los nuevos talleres : carpintería, electrónica y diseño industrial. Posteriormente tendrán lugar los grupos de enseñanza general.

Como consecuencia de la agravación de la situación económica en el país en los últimos meses, el número de estudiantes pasó de cien a trescientos. El centro se transforma en una gran empresa de lujo en el medio de una enorme urbanización cada día más pobre y más violenta en donde el desempleo ya sobrepasó el 50% de la población.

Como para agrandar la crisis del país, la guerra civil es cada día más fuerte. El campo se va quedando solo. Las familias, por millares, invaden las zonas desfavorecidas de las grandes ciudades tales como Ciudad Bolívar en Bogotá.

Sería difícil cuantificar las últimas invasiones si se tiene en cuenta la superficie del territorio. La gente carece cada vez más de comida, de higiene y de servicios sociales.

Respecto a esto, es interesante constatar la falta de información local que da la municipalidad de Bogotá.

En efecto, la alcaldía de Bogotá acaba de editar, en Marzo de 1999, un catálogo titulado “Ciudad Bolívar – Construyendo nuestro futuro – 1999-2001” .

Este documento presenta la situación de esta zona : demografía, urbanismo, estado social, con datos completamente equivocados. Por ejemplo, prevén, para el año 2010, una población de 850.000 habitantes cuando hoy la cifra ya sobrepasa los 2 millones.

El invierno de 1999 no contribuyó en nada a las condiciones de vida de estos barrios. Las lluvias fueron violentas. Todas las calles y avenidas se deshicieron y se convirtieron en impasables. Las aceras ya no existen. Numerosas viviendas precarias fueron arrastradas y recientemente se volvieron a construir sobre el mismo terreno, sobre alcantarillas que se transforman en torrentes que lo devastan todo a su paso. Nadie había previsto que, en el momento de los aguaceros, estas alcantarillas provocarían tales daños.

El documento propone numerosas mejoras sociales, necesarias, es cierto, bien redactadas y bien pensadas. Pero aquí todo el mundo sabe que sólo un pequeño porcentaje de estos proyectos se realizará.

Actualmente, la municipalidad instala bajo las calles todo un dispositivo de canalización de gas natural.

-   ¿Cuál es la proporción de familias que podrá financiar su acometida y cambiar de estufa a gas para poderse conectar ?

-   ¿Por qué tantos gastos en una zona en donde toda la infraestructura de calles es inestable ? Como en todas partes del mundo, los bancos le prestan a los ricos o a los pobres con un interés de usura.

En Ciudad Bolívar, la gente que se conoce bien se reagrupa y organizan una cadena financiera. Cada uno participa con sus medios y lo recogido se entrega a quien lo necesiten. Éste se compromete a rembolsar esa suma hasta su término como si se tratara de un préstamo bancario. En caso de enfermedad o de urgencia, para estas familias es importante contar con ese fondo.

La “pirámide” es una asociación local de préstamos, sin intereses, pero regularmente los responsables desaparecen con el dinero. Cuando roban en un barrio, cambian a otro.

Hay dos formas de cajas de seguridad social, la una privada y la otra, pública. Los hospitales y clínicas sólo reconocen la privada. Los pobres pueden tener la ayuda del Estado, el Sisben. Infortunadamente, esta cobertura es rechazada por la gran mayoría de los centros hospitalarios. Por consiguiente, estas familias no tienen ninguna posibilidad de auxilio.

CIUDAD BOLÍVAR, FEBRERO DEL 2000

CENTRO SALESIANO

Terminaron las vacaciones de verano. Los cursos de capacitación y los programas culturales reinician esta semana. Por primera vez, el centro Juan Bosco Obrero organizó una jornada de presentación para los nuevos estudiantes : historia del centro, programas de capacitación del año y diversas actividades culturales. En la pared, se puede leer un gran lema de bienvenida escrito por los Salesianos : tristeza y melancolía, fuera de mi vida. Esta mañana fueron contadas alrededor de cien personas, adolescentes de los barrios aledaños principalmente, de las ciento cincuenta previstas por los padres. La reunión es dirigida por algunos Salesianos, venidos para la ocasión, y por los profesores de los talleres. El objetivo de esta primera reunión es congregar a aquellas personas que van a frecuentar el sitio durante el año con el fin de que se conozcan. Los padres han preparado algunos juegos. Cada uno debe proponer individualmente ya sea palabras o frases que planteen un mejoramiento de la vida de la comunidad. Ejemplo : ayuda mutua, optimismo, solidaridad, alegría, etc. Y la muchedumbre aplaude.

De esta manera, los grupos se forman por la idea lanzada, y cada uno deberá promover y aplicar, en el transcurso del año, una de las frases convenidas. Este programa tendrá un seguimiento por parte de los Salesianos. Esta técnica acrecienta la representación salesiana en la zona de Ciudad Bolívar.

Después de algunos cantos, se separa a las mujeres de los hombres ; luego, intercambian frases más o menos cantadas. Para que se den los encuentros, los padres organizan dos círculos, uno de mujeres, otro de hombres. Bajo el ritmo de la música, un grupo gira hacia un lado, el otro hacia el contrario. Cuando la música se detiene, los protagonistas también lo hacen y se presentan ante aquel o aquella que tienen enfrente.

Los grupos se forman, asistidos por sus profesores. Cada grupo debe responder a tres preguntas :

1. ¿Qué espera del Centro ?

2. ¿Cuáles son las angustias que tiene al ingresar al Centro ?

3. ¿Qué le puede aportar usted al Centro ?

Las respuestas se dan ante todos los asistentes y cada grupo delega un representante que las presenta ante el micrófono. La reunión termina. Cada uno agradece a Dios y debe persignarse.

Este centro de formación está cada vez más estructurado. Se han realizado acuerdos con dos colegios locales. La capacitación durante la semana se dirige, en un 95%, a jóvenes que provienen de la zona.

Los estudiantes de colegio locales, en capacitación profesional, tipo LEP (colegio profesional), vienen al centro medio tiempo. El resto del tiempo lo hacen en el colegio. Los estudiantes de la semana reciben cursos complementarios financiados por la Comunidad Europea a través del SENA : contabilidad, administración de empresas y educación general.

El SENA interviene en el Juan Bosco Obrero y da cursos de educación general, en aulas prestadas por el Centro.

Para este año, el Juan Bosco Obrero deberá formar alrededor de trescientos sesenta personas. Esta cifra no incluye los talleres de lúdica, música, baile, deporte y cultura. Los estudiantes que asisten durante la semana constituyen dos grupos de ciento cincuenta personas, en la mañana y en la tarde. La formación para adultos se realiza el fin de semana con alrededor de sesenta personas.

Para los estudiantes de la mañana y de la tarde, la capacitación cuesta $25.000 mensuales. En la realidad, cada estudiante cuesta $75.000 mensuales, con todos los gastos incluidos. Los dirigentes del centro se las arreglan para encontrar fondos externos para completar el excedente. Esta capacitación profesional dura veinte meses, repartidos en dos años y se divide en tres especializaciones por cada oficio. Al finalizar el curso, les es entregado un diploma. Los nuevos talleres -carpintería, diseño industrial- están finalizando.

Las grandes modificaciones del lugar son los jardines y campos deportivos : una cancha de fútbol con césped, seis canchas de básquet, una de micro-fútbol, una cancha de voleibol, un campo de tenis con cafetería, vestier, baños y un auditorio exterior. Un lado completo del Centro tiene reja, pintada de verde, con la construcción de dos entradas vigiladas por celadores que controlan el complejo deportivo.

La entrada es libre todas las tardes. El complejo fue construido por la empresa colombiana Luis Carlos Sarmiento Angulo, en los últimos cuatro meses ; su concepción es muy buena, con adecuada iluminación, señalización e, incluso, canecas de la basura pintadas de verde. El lugar atrae cada vez a más y más público, tanto así que se ha convertido en el sitio para el paseo del fin de semana : espacio, orden, aseo, deporte. De hecho, en la zona es el único parque abierto y gratuito. Además, se puede observar que los garajes o viviendas de alrededor del complejo deportivo se han transformado en tiendas, cafeterías, bares, etc.

En el medio de ese vertedero humano que es Ciudad Bolívar, se percibe una sensación extraña al estar en medio de este complejo deportivo del Centro Juan Bosco Obrero en donde el precio de una sola de las canecas de basura es casi igual al de una habitación de estas familias desfavorecidas.

El asunto del ex policía J. R.

El antiguo agente de la policía que se atrevió a denunciar por robo y tráfico de mercancías a algunos altos funcionarios de la Sijin, acaba de ser condenado a 30 meses de prisión sin beneficio de excarcelación, pena efectiva a partir de Abril, acompañada de 5 años de prohibición del ejercicio de un cargo en la administración. Sin embargo, tiene la posibilidad de reducir 10 meses su pena si está inscrito en una carrera universitaria, siguiendo las clases por correspondencia y con acceso a la biblioteca. La inscripción a la universidad le cuesta $750.000. Y no los tiene.

La vida en Ciudad Bolívar

Conocí a un hombre que trabajaba desde hace seis meses haciendo una zanja que partía de una colina, a lo largo de una escalera. No sabía él ni para quién la hacía ni porqué la hacía. Más arriba de nosotros estaba otro hombre, sentado, sin hacer nada. El que estaba trabajando le preguntó que en realidad lo que él estaba haciendo para qué era y por qué. Se trataba de una empresa que tenía un contrato con la alcaldía de Bogotá.

En este sistema piramidal, todo se va alejando, desde el personaje que estaba sentado hasta el excavador que trabaja sin saber ni porqué ni cómo. Es en este escalonamiento en donde se pierde el dinero y en donde no llegan a finalizar en la realidad los proyectos urbanísticos anunciados por la alcaldía. El obrero de la zanja ganaba $3500 por día.

Reunión para la Lunada de Integración en nuevo milenio

Los jóvenes del grupo llamado Grupo Juvenil, del centro salesiano, no son practicantes pero están muy influenciados por la religión. Está compuesto por doce jóvenes deseosos de organizar programas culturales para otro jóvenes de la zona. Hoy, este grupo se presenta a una reunión local de unas cuarenta personas, con el fin de organizar una fiesta el 26 de febrero, “dejando huella”.

El estilo salesiano se encuentra en su manera de presentarse y de actuar. Todos los asistentes adelantan alguna capacitación en el Centro o bien tienen algún familiar que lo hace.

Todo comienza con cantos y los mismos círculos se forman y terminan en un baile durante unos veinte minutos.

Es interesante señalar que, en cada reunión o evento que se realiza en el centro salesiano, se utiliza la misma estrategia disciplinaria : sillas dispuestas en línea en el salón, entrada libre de los asistentes, se sientan en donde deseen.

Se puede diferenciar a quienes se conocen y a quienes no se conocen. Se forman grupos en el momento en que inicia la reunión. Los padres salesianos les piden a los asistentes que se acerquen. Después de una presentación breve, los organizadores solicitan a los asistentes que quiten todas las sillas para dejar espacio libre y formar así los círculos del baile. Al final, se les pide que vuelvan a dejar las sillas organizadas en su sitio y comienza la reunión.

Los miembros del grupo juvenil informan que a ellos les gusta bailar, hacer fiesta, pero sin alcohol ni drogas. La lunada está dirigida a la gente que tiene relación con el Centro Juan Bosco Obrero. Sin embargo, se pueden invitar amigos o familiares. Tradicionalmente, una lunada es una reunión que se realiza alrededor de una gran fogata y en donde se bebe agua de panela caliente, se canta y se distrae.

Retratos

-   Don Rocky Julio Gómez y su hija, Julia Isabel Gómez.

Se trastearon nuevamente y viven arriba del centro Juan Bosco Obrero. Antes pagaban $90.000 mensuales ; ahora pagan $55.000. Esta diferencia de precio se explica en el grado de accesibilidad a la vivienda. La primera era una habitación cerca de la calle, más cara. La segunda, está situada en una colina y el acceso se realiza por un sendero. El padre duerme aún con su hija, en la única cama de la pieza.

Don Rocky : “Tengo más de 82 años. No trabajo. Mi hija es retardada mental. Tiene 40 años y está sin trabajo. Ella cocina y se ocupa de la casa (así como del aseo y vestuario de su padre). Esos son conocimientos que nos ayudan a pagar el arriendo y la comida. Hice una conexión eléctrica pirata porque no podemos pagar la electricidad”.

-  Beatriz Cadena Vásquez. La familia se trasteó pero sigue en el barrio Lucero Alto.

La mamá : “terminé el taller de costura desde noviembre de 1999. No he buscado trabajo porque tengo que cuidar a mis cuatro hijas. Mi marido nos mantiene con un salario diario que varía de $5.000 a $8.000 diarios. Trabaja seis días a la semana y nunca toma vacaciones. Su salario mensual es de $170.000. El arriendo de nosotros es de $80.000 mensuales. Luego entonces, vivimos con $90.000 mensuales (360 francos) para alimentación y demás gastos. Nuestros hijos menores van al colegio de la zona que es gratuito, excepto la inscripción anual que es de $24.000 por cada uno. Mis dos hijas mayores y yo, estamos tomando cursos de contabilidad y de perfeccionamiento en costura en el SENA que ahora viene al centro salesiano y, así, evitamos coger bus”

La vida en Ciudad Bolívar

En la actualidad están en construcción muchas urbanizaciones de viviendas individuales. La ciudad compra los terrenos y los cede a empresas privadas que se comprometen a construir a bajo precio. Estas construcciones se realizan sin ningún conocimiento de las necesidades de los habitantes, con un diseño arquitectónico impreciso. No se prevé ningún tipo de ampliación de estas casas de cuatro a seis piezas minúsculas con tejado. Sin embargo, es fácil darse cuenta que en esta zona cada casa debe tener una pieza grande para vivir y un tallercito artesanal adyacente que permita sobrevivir.

Las empresas que construyen las viviendas con tejado no han comprendido del todo la realidad de los habitantes. Lo único que les interesa es ganar dinero a costa de los pobres. Por qué no se construyen allí unos conjuntos coloridos con una fachada bien concebida, sin tejado sino con una plancha de concreto, con el fin de que las familias puedan trabajar en sus casas y, poco a poco, puedan construir otro piso para vivir mejor ? Habría sido importante que se hubieran concebido viviendas de tres o cuatro pisos que soportaran futuras ampliaciones. Estas empresas comerciales tienen la tendencia a no concebir suficientes construcciones puesto que, de cualquier forma, tan pronto como la casa es acabada, ya no se nota. Generalmente, después de un año de haber terminado la construcción, es muy común que la casa comience a agrietarse, o a derrumbarse, como lo tuve que ver.

Se encuentra de nuevo esa famosa estructura piramidal : la alcaldía selecciona una empresa para construir la urbanización. Esta empresa subcontrata a otras empresas y así, sucesivamente, hasta la última que construya. Tan pronto se termina la construcción, ésta se derrumba y, de esa manera, nadie puede ser implicado.

En cuanto a las familias, de un momento a otro se ven sin nada y deben rembolsar los préstamos hechos para una casa que ya no existe.